Son trece integrantes de la educación de la comunidad educativa del Normal 3, cuyas historias fueron reconstruidas por el “Proyecto Historias de Vida de Docentes Detenidxs Desparecidxs”. Ente ellas está Patricia Dina Palacín, quien fuera militante de La Fede, secuestrada el 5 de abril de 1978.
Nélida Benítez Ardito, Lucrecia Mercedes Avellaneda Quintale, Guillermina Bayoni Piattini, Graciela Clarisa Monari Sagone Poyastro, Teresita de Jesús Gaona Tileria, Graciela Móncia Vázquez Capocasale, María Cristina lennie Zucarino, Silvia Angélica Corazza Carreras de Sánchez, Blanca Edith Edelberg de Tarnopolsky, Dorita Falco, Amalia Moavro, María Elena Garasa y Patricia Dina Palacín. Todas ellas son parte de la comunidad educativa del Normal 3, siguen vivas en él y sus nombres están ahora emplazados ante la fachada del edificio escolar donde se desempeñaron, como claro testimonio de la lucha que protagonizaron.
Ayer, jueves 14 de agosto, convocado por la Comisión por la Memoria del Normal 3 de Ciudad de Buenos Aires, se llevó a cabo el acto en el que se colocaron baldosas con las que se rinde homenaje a las compañeras de este establecimiento educativo, que fueron detenidas desaparecidas y asesinadas durante la última dictadura cívico-militar. Se trató de una ceremonia muy emotiva que contó con una nutrida concurrencia, en la que se honró a las docentes y estudiantes que fueron víctimas de la dictadura genocida, pero también se representó un momento propicio para que se volvieran a denunciar las continuidades que existen, tanto en materia represiva como en la económica, entre aquellos años oscuros de nuestra historia y el actual gobierno que encabeza Javier Milei.
Por lo que, sin dudarlo, los asistentes entre los que no faltaron amigos y ex compañeros de las trece docentes, coincidieron a la hora de hacer hincapié en que es preciso decir “no a la ultraderecha y los ataques a la memoria de los 30.000”, así como reafirmar que “nuestras compañeras están presentes”, tanto como su lucha en defensa de la escuela pública “que no olvida, no perdona y tiene memoria”.
De la actividad participaron miembros de la CTA Autónoma, los gremios docentes Ademys y UTE-Ctera y militantes del campo popular, entre los que hubo una delegación del Partido Comunista integrada por Emilia Segotta, Osvaldo Peula y Antonella Bianco, docente, secretaria de Géneros de UTE y candidata a diputada nacional por el PC de la Ciudad de Buenos Aires.
“Esta colocación de baldosas constituye un momento histórico para esta escuela del barrio de San Telmo que trabajó mucho para recordar y reconstruir la historia de vida de estas trece militantes por un mundo mejor”, remarcó Bianco.
La candidata a diputada nacional por la lista del PCA agregó que “hablábamos de la similitud de su caso con el de las 13 Rosas que fueron fusiladas por el franquismo durante la Guerra Civil Española: aquí la última dictadura cívico militar eclesiástica desapareció a cada una de estas trece compañeras por los mimos valores, las mismas luchas y por la construcción de una vida digna para todxs”. En diálogo con Nuestra Propuesta, Antonella Bianco finalmente sostuvo que “tener estas baldosas así como todas las baldosas por la Memoria en la Ciudad de Buenos Aires es una pelea contra el olvido y contra el negacionismo y, a la vez, reafirma el compromiso de la escuela pública y de los barrios de seguir construyendo con el ejemplo de cada una de ellas en un contexto en el que el fascismo intenta nuevamente dominar nuestras vidas”.
Durante el acto las autoridades de la escuela se dirigieron a los presentes, tras lo que lo hicieron las profesoras que junto a alumnos llevaron adelante un exhaustivo trabajo de investigación que permitió confeccionar la lista que hoy se refleja en las Baldosas, en una tarea fundamental que aporta a apuntalar la memoria histórica. Después se sucedieron mensajes; entre ellos el de una representante del Llamamiento Argentino Judío, Eugenia Kwater, quien reflexionó acerca del vínculo que une la lucha de las trabajadoras de la educación a quienes se rindió homenaje con la que ahora mismo libra el pueblo palestino.
Una de las trece trabajadoras de la educación que recibieron este merecido homenaje que renueva los reclamos de Memoria, Verdad y Justicia es Patricia Dina Palacín de Toranzo, quien había nacido en Mendoza, fue maestra de la Escuela 4 de la Capital Federal y egresada del Profesorado de Pedagogía del Instituto Joaquín V. González, al tiempo que militaba en la Juventud Comunista junto a su esposo Roberto Toranzo, ambos secuestrados el 5 de abril de 1978. Patricia estaba embarazada, a su hijo o hija aún se le niega el derecho a conocer su verdadera identidad.
La historia de todas ellas fue reconstruida por el minucioso trabajo que tiene lugar en el contexto del “Proyecto Historias de Vida de Docentes Detenidxs Desparecidxs”, que trabaja sobre información de archivo y recupera las voces de educadoras y educadores de distintos lugares del país que fueron represaliados, detenidos, desaparecidos y asesinados por la última dictadura. Quienes puedan aportar o precisen información sobre educadores o educadoras detenidos desaparecidos pueden escribir a