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Vie, Abr
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Política
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A seis meses del atentado contra el local de La Campora, otro hecho similar fue perpetrado contra un local de la comunidad mapuche Ruka Kimun, ubicado en el barrio San Cayetano.

A más de dos semanas de que fuera perpetrado, sigue sin saberse quién es el autor del ataque con un cóctel incendiario que se perpetró contra un local de la comunidad mapuche Ruka Kimun, ubicado en el barrio San Cayetano de la ciudad de Bahía Blanca.

Pero tampoco se avanzó en la investigación que debería dar con quienes, una semana después del atentado, distribuyeron panfletos en los que explícitamente se amenaza a los miembros de esa comunidad y otros actores sociales a quienes acusan de ser “enemigos de la patria”. Entre otras cosas en esos panfletos se leían consignas como “Muerte a los mapuches”, “Fuera de Bahía Blanca” y “Fuera de Argentina”.

En este caso quien se atribuyó el hecho es un autodenominado “Comando de Restauración Nacional -Zona Sur- Mohamed Alí Seineldin”, que también anticipó que va a iniciar “acciones contra los enemigos de la patria”.

Asimismo y desde el anonimato, quienes firmaron estos panfletos exigieron que se deje libre a los genocidas condenados por los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante el terrorismo de Estado, al tiempo que instaron a los integrantes de las Fuerzas Armadas y policiales “a sublevarse contra el actual gobierno marxista y populista”.

La denuncia por estos episodios, fue asentada en la Comisaría 7 y en la Fiscalía 2, a cargo de Diego Conti, quien ordenó que se analice el registro de las cámaras públicas y privadas del sector, así como otras tareas investigativas que instruye el comisario Matías Darnet.

Los panfletos vinculados al ataque perpetrado en el barrio San Cayetano mencionan a María Olga Curipan, quien es miembro de la comunidad Ruka Kimun y representante del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo en Bahía Blanca.

En este sentido son absolutamente explícitos: en los panfletos aparece una imagen Curipán con un revólver que la apunta y un punto dibujado en su frente. “La Justicia debe responder de forma firme y concreta”, dijo la referente mapuche al tiempo que lamentó que “por ahora  no tenemos respuesta”, por lo que “estamos en estado de alerta”.

Estos ataques fueron perpetrados a seis meses de que estallara un artefacto explosivo que destruyó un local de La Campora ubicado en el centro de Bahía Blanca. Todavía nada se sabe sobre quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de ese hecho y, por supuesto, no hay imputados ni detenidos.