Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

28
Dom, Abr
85 New Articles

Mundo
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El Partido Comunista Sueco denunció que la Otan pretende usar al país escandinavo como “un trampolín aún más potente para la intervención imperialista en la región”.

“Ni un solo soldado estadounidense en suelo sueco”, es lo que reclamó el Partido Comunista de Suecia (PCS) al salir al cruce del acuerdo de cooperación militar que la semana pasada suscribió el gobierno encabezado por Ulf Kristersson con Washington, en un contexto en el que crece la presión por conseguir la luz verde de Turquía y Hungría para permitir la adhesión del país nórdico a la Otan.

“El acuerdo representa un paso más hacia la incorporación oficial de Suecia a la cooperación del imperialismo euroatlántico, con el objetivo de salvaguardar de la forma más eficaz los intereses de los capitalistas de la región frente a sus competidores”, denunció el PCS y consideró que se trata de un paso “lógico desde la perspectiva del capital sueco”, ya que “en tiempos de agudizadas contradicciones imperialistas y de cristalización más clara de varios bloques imperialistas, se hace necesario que el capital sueco elija un bando y proteja sus inversiones”.

Pero hizo hincapié que “como comunistas “rechazamos cualquier idea de sumisión de Suecia al dominio estadounidense”, al tiempo que “enfatizamos que la decisión de profundizar la cooperación militar es un acto autodeterminado, basado en una necesidad cada vez más urgente del capital sueco de salvaguardar sus propios intereses y defenderlos contra, entre otros, Rusia”.

Tras lo que alerta que este acuerdo regula la presencia de fuerzas militares estadounidenses en Suecia, pero también le otorga amplias libertades a los efectivos que se asienten dentro de las fronteras del país escandinavo que tendrán acceso sin obstáculos a diecisiete bases militares suecas, donde van a estacionar tropas y almacenar material, junto con todo lo que implica el despliegue militar.

Y, lo que es peor aún, los soldados estadounidenses estarán sujetos a las leyes de su país y controlarán el acceso a las bases, en lo que constituye “una contribución sueca a la escalada de contradicciones dentro del sistema capitalista que convierte a Suecia en un objetivo mayor en la competencia imperialista y en un trampolín aún más potente para la intervención imperialista en la región”.