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Dom, Abr
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Pedro Castillo y Keiko Fujimori disputan el domingo la segunda vuelta electoral en un Perú que vive una crisis política, económica e institucional que pulverizó al sistema de presentación política.

“Me gustaría que pida perdón a las mujeres esterilizadas”, recalcó el candidato por Perú Libre, Pedro Castillo, dirigiéndose a la postulante de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, al aludir a las esterilizaciones forzadas perpetradas contra cientos de mujeres durante el gobierno de su padre, Alberto Fujimori.

Lo hizo después de que Keiko Fujimori lo acusara de ser machista, durante el último debate presidencial en el que participaron de cara al balotaje que los va a tener a ambos como protagonistas el domingo venidero.

Cabe señalar que, hace poco, la candidata dijo que no se debería hablar de “esterilizaciones forzadas”, porque desde su perspectiva, lo que hizo su padre cuando fue Presidente de Perú, fue “un plan de planificación familiar”.

Así las cosas, para la jornada del domingo se anticipa un final cerrado. De acuerdo a una reciente encuesta que hizo la consultora Ipsos, Castillo tiene una intención de voto del 52,6 por ciento, mientras que la candidata de derecha el 47,4.

El trabajo publicado por Ipsos indica que Fujimori sigue arriba en Lima, donde se quedaría con más del 59 por ciento de los votos, lo que quiere decir que sumaría más de tres puntos porcentuales a lo que fue su votación de la primera vuelta electoral.

Pero Castillo estaría logrando hacer diferencia a su favor en el resto del país, sobre todo en el área rural y en el sur de Perú, donde alcanzaría el 54,2 por ciento de los votos.

Vale destacar que entre los apoyos que recibió el candidato por Perú Libre, estuvo el de Verónika Mendoza, quien advirtió que de la mano de Keiko Fujimori, “hay una organización criminal que pretende llegar al Gobierno y reivindicar una dictadura”.

Mientras tanto, desde lo más concentrado de la clase capitalista y, por supuesto, por medio de sus propaladoras massmediáticas, durante los últimos días se profundizó la campaña que busca la demonización y estigmatización de Castillo. En ese contexto, las acusaciones recurrentes que se le hacen son las de ser “terrorista, chavista y comunista”. Como se ve, el libreto es el mismo en toda la región.

La situación de Perú es complicada. Actualmente es el país con la mayor tasa de mortalidad por cada cien mil habitantes por Covid-19, de acuerdo a los datos que difundió esta semana la Universidad Johns Hopkins de EE.UU.

Todo en el medio de una crisis política, económica e institucional que pulverizó al sistema de presentación política que ahora pretende estabilizarse a partir de dos bloques. Uno está claramente delimitado y buscar volver a la Casa de Pizarro de la mano de Keiko Fujimori, mientras que el otro se presenta en claro proceso de reformulación.