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Sáb, Abr
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Así calificó el presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el resultado que tuvo la votación de la Asamblea General de la ONU.

“El mundo ha vuelto a decir no al bloqueo genocida”, celebró el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez al referirse al resultado que tuvo ayer la votación de la Asamblea General de la ONU, que condenó el bloqueo que Washington impone a La Isla. Este desenlace de fue definido por el mandatario como “una nueva victoria del pueblo cubano y de su Revolución”.

Y después de resaltar “el reconocimiento y apoyo de la comunidad internacional al heroísmo y a la resistencia de Cuba”, indicó que la postura de los 187 Estados que se plantaron contra la arbitraria medida estadounidense, representa “el triunfo de la dignidad y la valentía de nuestro pueblo”.

Por su parte el canciller cubano, Bruno Rodríguez, no dudó cuando denunció que “el bloqueo es un acto de guerra económica en tiempos de paz”, que está dirigido “a anular la capacidad del Gobierno para atender las necesidades de la población, crear una situación de ingobernabilidad y destruir el orden constitucional”.

Pero lo que pasó en la Asamblea General presidida por el trinitario Dennis Francis, fue contundente por la extrema minoría en que quedó la postura de EE.UU. y también por los argumentos que avalaron los 187 votos que se pronunciaron contra el bloqueo.

En nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños habló la representante de San Vicente y la Granadinas, quien señaló “la preocupación por el incumplimiento reiterado de EE.UU. de las resoluciones anteriores, con consecuencias desastrosas para Cuba y su pueblo”, al tiempo que denunció la inclusión de Cuba en la “absurda y ridícula” lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo que arbitrariamente confecciona Washington.

Por su parte la representante de El Salvador presentó una fuerte posición del Grupo de Integración Centroamericana, que estuvo en sintonía con la expuesta por Uganda que habló a nombre del G77 y la República Popular China, así como con la que presentó la embajadora de Santa Lucía que habló por la Comunidad del Caribe.

“Venezuela reafirma su condena a la aplicación de las disposiciones extraterritoriales de las leyes Torricelli y Helms-Burton, las cuales han provocado daños adicionales graves a la economía de Cuba, tanto en sus relaciones económicas con terceros países como con entidades subsidiarias de empresas de EE.UU.”, sostuvo el embajador de Venezuela, Joaquín Pérez, tras lo que alertó que esta situación “ha afectado el bienestar de la hermana nación, que ha visto vulnerados sus derechos humanos por los efectos de las mencionadas medidas ilegales”.

Y la República Popular China reiteró que es preciso defender “la importancia de que se respete el derecho de todos los países a elegir libremente su sistema social y su vía de desarrollo”, por lo que se opone “a que se impongan medidas coercitivas unilaterales contra Cuba y otros países por medios militares, políticos, económicos o de otro tipo” y pidió que EE.UU. “termine de inmediato con el bloqueo”.

Mientras que Vietnam hizo hincapié en su preocupación por “los enormes daños provocados por el bloqueo en todos los sectores de la economía cubana”, algo que “ha causado sufrimientos incalculables durante generaciones al pueblo cubano” y recalcó que “este sistema injusto y prolongado de sanciones unilaterales, constituye una violación de los principios fundamentales del derecho internacional y la Carta de la ONU, que no se corresponde con el deseo que comparten el resto de las naciones de establecer relaciones internacionales entre iguales, con independencia del sistema político elegido y respetando el derecho de cada nación a elegir su propia vía de desarrollo”.