Así lo aseveró el Partido Comunista al referirse al texto constitucional que va a ser plebiscitado el domingo 17 de diciembre.
El Partido Comunista de Chile (PCCh) se mostró confiado en que “el pueblo le dirá no a este retroceso”, que significa el texto constitucional que con el voto de la mayoría de derecha, aprobó el Pleno del Consejo Constitucional, y que va a ser plebiscitado el domingo 17 de diciembre.
Vale recordar que para su aprobación, la derecha representada por el Partido Republicano y Chile Vamos, votaron en bloque a favor lo que sumó 33 votos, mientras que la izquierda representada por Unidad para Chile también se abroqueló con sus diecisiete votos de rechazo.
En este contexto, el presidente del PCCh, Lautaro Carmona, hizo hincapié en que “la gente tiene por expectativa que su vida cambie, que alguna vez les toque, que puedan tener una tranquilidad para formar familia”, algo que lamentó no está planteado en la nueva propuesta constitucional.
Al respecto, recordó que el PCCh “lleva décadas buscando que Chile pueda tener una Constitución democrática tanto en su origen como en su contenido” y añadió que “el texto vigente, nacido en la dictadura ha sido un problema para la democracia, porque su función ha sido obstaculizar cambios y reformas sociales demandadas por el pueblo”.
Por otra parte, no dudó en remarcar que el actual proceso dirigido por la derecha, ofrece una propuesta que profundiza y empeora los problemas de la Constitución del 80. “El remedio propuesto es peor que la enfermedad”, advirtió y sostuvo que el flamante texto plantea una Carta Magna contraria a los intereses de los trabajadores, ya que limita el derecho a huelga entre otros retrocesos.
Pero también va “contra de las mujeres, porque pone en riesgo la legislación de interrupción de embarazo voluntaria” y también contra los niños y adolescentes, ya que niega sus derechos y dificulta su protección. Y, destacó, es opuesta a los pueblos originarios, porque no específica sus derechos ni permite representación política.
Y, asimismo, en el documento se consagra la impunidad de los violadores de derechos humanos, “permitiendo la liberación de los presos por crímenes de lesa humanidad”, por lo que “es una Constitución hecha a la medida de la derecha y el empresariado, que consagra un Estado ausente y que abandona a sus ciudadanos”, al tiempo que “no protege el medio ambiente y en definitiva está en contra del pueblo de Chile”.