Finalmente parece que el represor Juan Daniel Amelong va a dejar de tener el beneficio de la prisión domiciliaria.
Todo paree indicar que, finalmente, a Juan Daniel Amelong se le acabó la suerte y va a tener que volver a la cárcel militar U34 ubicada en Campo de Mayo para cumplir con las tres condenas a cadena perpetua con las que el Poder Judicial lo sancionó por haber perpetrado crímenes de lesa humanidad.
Es que el lunes pasado, la Cámara Federal de Casación Penal resolvió revocar el beneficio de prisión domiciliaria del que gozaba este integrante de la patota que durante la última dictadura actuó desde el Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario.
Lo hizo al declarar “inadmisible” el último recurso presentado por Amelong quien además de las tres condenas a prisión perpetua, suma otra a diez años y una quinta a raíz de su participación en la sustracción de los mellizos Gullino. Y ahora también enfrenta otro proceso judicial que se encuentra en etapa de instrucción por el caso de la desaparición forzada de Miguel Membrive, un mendocino que fue asesinado y desaparecido en La Calamita que era un centro clandestino de detención que estaba bajo jurisdicción del Ejército.
Cabe recordar que durante setiembre pasado, la Cámara Federal de Casación Penal no hizo lugar al recurso que interpuso su defensa y revocó el arresto domiciliario con el que se lo había beneficiados durante 2022. Pero la medida tuvo un paréntesis merced a la apelación que interpuso su defensora oficial, que de esa manera intentó llegar hasta la Corte Suprema, algo que ahora queda cancelado con la decisión de la Sala IV de Casación.
Este siniestro personaje integró el Batallón de Inteligencia 121 del que dependían los centros clandestinos La Calamita que estaba ubicado en Granadero Baigorria, Quinta de Funes, La Intermedia, Escuela Magnasco, Ceferino Namuncurá y la Fábrica Militar Domingo Matheu de Rosario. Por su actuación dentro de ese esquema represivo y criminal, además de las cuatro perpetuas que pesan sobre Amelong, recibió una pena a dieciocho años de prisión. Y, asimismo, fue condenado en la causa del Hospital Militar de Paraná.