Con epicentro en Ciudad de Buenos Aires, cientos de miles de personas en todo el país salieron a la calle para participar de una movilización masiva que marcó un límite al neofacismo del gobierno nacional y que dejó en claro que la lucha por Memoria, Verdad y Justicia continúa más vigente que nunca para un amplio sector de la sociedad argentina.
Repleta de banderas rojas y una gigantografía al frente con los nombres de las y los comunistas asesinados y desaparecidos por el terrorismo de Estado, la columna del Partido Comunista se movilizó por el centro porteño hasta la Plaza de Mayo, en una jornada histórica en la que el pueblo ganó las calles para ponerle un freno al fascismo y para decir nunca más crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado.
Si bien la movilización de mayor envergadura se llevó a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, en las principales ciudades del país como Rosario, Mar del Plata, Bahía Blanca y Córdoba se repitió la imagen de calles desbordadas por miles de personas.
La conmemoración del 48 aniversario del golpe de Estado mperpetrado por las Fuerzas Armadas el 24 de marzo de 1976 no fue un aniversario más. Como nunca desde la recuperación a la democracia en 1983 en las calles se sintió la urgencia de salir a ponerle un freno a los negacionistas del terrorismo de Estado y a los justificadores de la dictadura, hoy en el gobierno y envalentonados por una coyuntura que se les presenta propicia para promover políticas fascistas de odio,
violencia y represión. Pero también, para ponerle un freno al orden económico que La Libertad Avanza, en alianza con el Pro y con el apoyo de los grandes grupos económicos que operan en el país, pretende instaurar de una vez y para siempre a caballo de represión y de reformas estructurales que de concretarse luego serían muy difíciles de revertir.
El Partido Comunista entonces se movilizó para enfrentar al negacionismo y el plan económico de la derecha fascista.
Por eso, entre las principales consignas que los comunistas llevaron a la calle se pudo leer “contra el negacionismo, el FMI y la miseria planificada”, “abajo el decretazo”, “nunca más” y, como desde hace ocho años, “libertad para Milagro Sala”.
En este sentido Ariel Elger, secretario Político del PC de la Ciudad de Buenos Aires, dijo que “estamos en la plaza para ganar la calle, conmemorar el nefasto golpe de Estado y para continuar la lucha por memoria, verdad y justicia”.
Pero también, añadió, “para rechazar el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado por parte del gobierno nacional”. Al respecto, enfatizó que “Milei toma al pie de la letra el programa económico de la dictadura que, como dijo Rodolfo Walsh en su carta abierta, no es otra cosa que miseria planificada para todo el pueblo”.
En esta coyuntura el la memoria viva sobre los crímenes de la dictadura opera como una trinchera contra las permanentes amenazas y hostigamientos que sufren los militantes del campo popular por parte de los dirigentes de La Libertad Avanza y el Pro, que no es solo discursiva, como quedó demostrado la semana pasada con el violento ataque fascista y patriarcal sufrido por una militante de la Agrupación Hijos en Rosario.
Como señaló Carlos Zamorano (Ver Hay un hilo conductor entre el gobierno y la dictadura) existe una ligazón innegable entre el gobierno de Milei-Vallarruel, apalancado por el Pro de Mauricio Macri, y la última dictadura militar.
Para enfrentar esta nueva contraofensiva fascista, el PC salió a la calle y en un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976 le dijo no a las corporaciones y al FMI con su plan de miseria y ajuste, no al fascismo negacionista y reivindicador del genocidio.