Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

27
Sáb, Abr
89 New Articles

País
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Después de un 2021 repleto de idas y vueltas en la política del futbol, se viene un 2022 en el que Claudio Tapia puede sumar más poder dentro la AFA ¿Se apagó la estrella de Marcelo Tinelli? Mientras tanto, Macri acecha y Tévez hace precalentamiento.

El 2021 no fue un año más en la historia de fútbol argentino. El público pudo volver a los estadios a pesar de la pandemia, la selección Argentina conquistó la Copa América tras 28 años sin títulos oficiales, ascenso bajo la lupa y, en el medio,  un personaje como Claudio Tapia, que sabe moverse en la política nacional, el Poder Judicial y dentro de sus pares de AFA para ir formando su propio esquema de sostén político.

15 de los 28 clubes de Primera, con el respaldo de Tapia,  pidieron la renuncia de Marcelo Tinelli ya que muchos dirigentes no están conformes con su gestión al mando de la Liga Profesional (LP).

Los motivos que expresan tienen que ver con la falta de pago hacia algunos clubes, la inconformidad con los contratos televisivos y la manera de manejarse del presidente de San Lorenzo que actualmente goza de licencia en ese cargo. Al mismo lo acusan de no tener tiempo ni ganas de ocupar la Presidencia de la Liga, ya que el empresario solo estuvo presente en tres reuniones de las 27 que hubo de la LP.

Llegar alto en la política, pisando cabezas y querer sacar siempre alguna ventaja, es algo que se suele ver en varias esferas de la sociedad. Y, en el caso del fútbol, esto es algo que Tinelli ha hecho seguido.

Cuando se desató el conflicto del proceso de elección presidencial en AFA, que se realizó de manera virtual en Mayo 2020, Tinelli quiso adelantarse y ser el abanderado del Presidente Alberto Fernández para suplantar a Tapia en caso de que la Inspección General de Justicia (IGJ) fallara suspender las elecciones. Vale citar que la IGJ intervino después de la denuncia realizada por un puñado de dirigentes que quedó disconforme con el procedimiento que rodeó a esta elección.

Como esto no sucedió y, por ende, Tapia seguirá al mando de los destinos de la AFA hasta 2025, en parte con un apoyo de Sergio Massa y del kichnerismo, la estrategia de ir por arriba de Marcelo Tinelli, no solo no dio sus frutos, sino que con su mala gestión, dirigentes que antes le respondían hoy no tienen ninguna duda en firmarle el pedido de renuncia.

Si prosperase la embestida para quitarle a Tinelli la titularidad de la LP y colocar allí a un dirigente cercano al actual presidente de la AFA, Tapia pasará a controlar todos los recursos institucionales y deportivos del fútbol argentino. La Selección, el Ascenso y ahora los torneos de la máxima categoría estarán políticamente alineados con él.

Vale mencionar que a principio de la gestión de Alberto Fernández, Chiqui Tapia no era de los personajes favoritos del Presidente de la Nación. Quizás por la cercanía que tuvo con Daniel Angelici hasta 2019, que fue el año en el que el alfil de Mauricio Macri perdió las elecciones de Boca y por ende tuvo que abandonar la vicepresidencia de la AFA.

Quizás el recelo entre Tapia y Fernández tuvo que ver con la buena relación que el Presidente mantenía con Tinelli en el inicio de su gobierno, cuando el empresario se sumó al Concejo Contra el Hambre. Pero aún así era considerado alguien cercano en el mundo del fútbol, por su relación con el Ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, con quien compartió el esquema de gobierno de San Lorenzo durante varios años.

 

¿Qué hizo Chiqui?

 

Pero Tapia supo moverse y responder cuando tenía que responder. En plena pandemia, la AFA siguió a rajatabla las políticas sanitarias que dispuso el Gobierno, ofreció instalaciones como centros de salud para colaborar con la implementación de la política sanitaria e incluso se plantó en Conmebol para retrasar el comienzo de la Copa Libertadores 2020 que se jugó en plena ola de Covid-19.

Realmente es difícil navegar en el mundo de la política del fútbol sin meterse en todo lo que eso implica: exposición, buena o mala fama. En este caso, venir de la línea de Julio Grondona es un punto que para cualquiera que entiende un poco de la relación entre fútbol y política, le hace ruido para bien o para mal.

Tapia jamás fue del agrado de los conglomerados massmediáticos y tampoco se esfuerza por serlo. Poco mérito se le ha dado en la renovación de la selección argentina, tarea que atraviesa desde la selección mayor hasta las divisiones juveniles. No solo se ganó la Copa América, sino que también se obtuvieron títulos y medallas con las diferentes Selecciones Juveniles.

Tampoco se los dieron por la profesionalización y la clasificación a un mundial del fútbol femenino son hitos a los que buena parte de esos conglomerados no les da el valor que merecen, ya sea porque la actual conducción de la AFA viene de una línea grondonista o porque Tapia es yerno de Hugo Moyano. O simplemente porque Tapia viene bien de abajo, ya que fue barrendero.

Lejos quedó una AFA intervenida como en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri, quebrada económicamente y con una pérdida enorme de prestigio de sus selecciones nacionales.

En este sentido, vale hacer hincapié en los aspectos positivos que se desarrollaron durante esta gestión basada en una construcción de poder que resultaba impensada a principios de 2021, cuando el Gobierno Nacional quería desplazar a Tapia del cargo y muchos de los que ahora lo rodean y alaban ni siquiera se le acercaban para sacarse una foto.

Pero la Presidencia de la AFA también otorga ciertos privilegios al club de origen de quien la detente y el crecimiento de Barracas Central durante estos años da cuenta de ello.

En tan solo cuatro años pasó de la B Metropolitana y la B Nacional a jugar nuevamente en Primera después de 87 años. Tapia debutó como futbolista en Barracas Central, institución que fue la base desde la que fue hilvanando su carrera política dentro del futbol: incluso el estadio del club lleva su nombre.

En ese lapso, los ascensos de Barracas Central estuvieron plagados de fallos arbitrales dudosos, medidas desiguales institucionalmente y hasta se benefició con la reorganización de un torneo cuando faltaban cuatro fechas, que estuvo forzada por la pandemia, pero acabó quietándole la posibilidad de ascender a otros equipos. Las sospechas siempre estarán y, en este caso, no hay certezas pero tampoco dudas de que están bien fundamentadas, futbolísticamente hablando.

Con este telón de fondo, Tinelli tiene sólo el apoyo de River Plate y San Lorenzo, ya que si bien Boca, Racing, Ñewells, Unión de Santa Fe no se sumaron al pedido de renuncia, por el momento tienen una mirada de abstención y de que pase lo que tenga que pasar. Si esto se desarrolla viene, es muy probable que el 11 de enero Tinelli deje la titularidad de la LP.

 

El macrismo siempre al acecho  

 

No caben dudas de que el fútbol y todo lo que lo rodea es parte clave entre los principales intereses políticos de Mauricio Macri, para quien perder las elecciones en Boca y las Presidenciales de 2019 fue un duro golpe para él y para su estructura política que opera en el fútbol.

Macri se quedó con La Nación y tiene clara influencia en otros conglomerados mediáticos como es Espn que pertenece a Disney, cuyo CEO en Argentina es Diego Lerner, un cercano amigo del líder del PRO. Por eso no es casual que ese conglomerado sea el principal ariete contra la gestión que en Boca Junior encabezan Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme.

De hecho en una entrevista reciente, Macri no dudó en hablar pestes de la gestión actual de Boca, así como de la histórica y conflictiva relación con Riquelme cuando este era jugador. Por si fuera poco, juega la carta de su amigo Carlos Tévez para disputar la Presidencia del xeneise para 2023.

En este sentido, Independiente es uno de los otros clubes en los que el macrismo tiene su mira puesta. El club de Avellaneda dirigido por Hugo Moyano, tenía elecciones estipuladas para el 19 de diciembre.

Ahí, la agrupación opositora Unidad Independiente, es encabezada por Fabián Doman, el intendente de Lanús Néstor Grindetti, y Juan Marconi, el ex árbitro devenido en conductor de Espn. Como se ve, el macrismo no se quiere perder ningún partido.

Sin embargo, se topó con el problema de que la Junta Electoral de Independiente impugnó a esa lista, por lo que Doman recurrió al Poder Judicial que dictaminó la suspensión de los comicios y  dictó una audiencia de conciliación entre oficialismo y oposición, para la que todavía no hay una fecha estipulada.