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Dom, Abr
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La llegada de Carlos Tévez a Rosario Central demostró el alevoso poder que tienen los representantes en los clubes. Negociados con los dirigentes, promesas traer jugadores según le convenga y, en el medio, los socios que cada vez pierden más poder dentro de las instituciones.

Con el arribo de Carlos Tévez como entrenador a Rosario Central, Cristian Bragarnik abrió la puerta del Gigante de Arroyito a sus representados y a negociar refuerzos como un dirigente paralelo del club rosarino, presidido ahora por el vice Ricardo Carloni, luego de que el presidente, Rodolfo Di Pollina, se alejara por la crisis deportiva e institucional, pintadas y amenazas en los alrededores de su casa y problemas de salud.

Carloni hizo una triple alianza para intentar gobernar en estos cuatro meses previos a las elecciones, que serán en octubre: acordó con la barra brava que lidera Andrés “Pillín” Bracamonte; con el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y con el poderoso representante que domina el fútbol nacional desde hace una década.

“Tenemos una buena relación con Bragarnik. Rouco y Bragarnik pueden facilitar la gestión de refuerzos”, reconoció Carloni, en las horas previas del errático debut de Tévez ante Gimnasia en Arroyito. Hasta antes de la llegada de Carlitos, el plantel de Central tenía cinco futbolistas representados por Score Fútbol, la empresa de Bragarnik. Gaspar Servio, Damián Martínez, Cristian Báez y Marcelo Benítez fueron titulares en el estreno de Tévez. El quinto, Fernando Torrent, ingresó en la segunda parte.

El periodista y escritor rosarino Carlos Del Frade, diputado provincial del Frente Social y ex candidato a vicepresidente de Rosario Central, advirtió que la asunción de Carlos Tévez como DT y el desembarco del empresario Christian Bragarnik significa “la desaparición de Central como club, su transformación en una plataforma de negocios y el avance del lavado de dinero”.

Del Frade involucró en la presunta maniobra a “Claudio Tapia (titular de AFA), Daniel Angelici (ex presidente de Boca y dirigente macrista), los grandes medios de comunicación de Buenos Aires y una CD que ya no tiene legitimidad política porque le han rechazado la Memoria y Balance y está desesperada por ver si puede retener el poder”.

Reconoció que la situación representa “un momento muy triste y un problema de primera línea con el saqueo de las divisiones inferiores y el quiebre de la identidad del club, popular por excelencia. Central es hijo de trabajadores ferroviarios y hoy se convirtió en una plataforma de negocios”.

En el medio de la novela, estuvo el nombre del ex entrenador de la selección argentina de Hockey, Carlos Retegui, un hombre ligado a Daniel Angelici que es funcionario del Gobierno de la Ciudad y quien varios años atrás era un ferviente seguidor de las políticas de Cristina Fernández de Kirchner, a punto tal de que fue concejal por el Frente para la Victoria.

Finalmente, Retegui no pudo arribar, lo que incluso provocó una pelea pública con Tévez. Sin embargo, es preferible darle changüí al caballo de batalla del macrismo, Tévez, quien no descarta jugar en la política de boca en un futuro. Aun así, este entramado expone como los representantes e convierten en un nexo entre lo intereses políticos partidarios y los clubes.

Las influencias de Bragarnik ya no se circunscriben solo a Argentina o México, el país donde empezó todo allá por 2002, por su amistad con Jorge Alberto Hank Inzunza, uno de los 19 hijos de Jorge Hank Rhon, ex alcalde de Tijuana, dueño de Xolos y, según una investigación de la revista Un Caño, “un oscuro líder político de Baja California, que maneja una cadena de casinos sospechada de lavar el dinero del cartel de Tijuana”.

El alcance de Bragarnik es cada vez más abarcativo: tiene acciones en dos equipos chilenos (Unión La Calera y San Luis de Quillota) y es el presidente-gerenciador del Elche de La Liga de España, acaso el único espacio donde abandona su elaborado perfil bajo y está obligado a brindar conferencias de prensa y posar para fotos en redes sociales.

Definido como “coach” en Florencio Varela, “asesor deportivo” en Sarandí y “hábil para destrabar situaciones” por un ex dirigente de Boca, Bragarnik diluyó su viejo fanatismo por Vélez y lo trasladó a la Comunidad Valenciana, donde se emplaza el Elche.

Otro caso expuesto por el youtuber de San Lorenzo, Agustín Muzzu es el de Hernán Berman y todos los negociados que han profundizado la crisis del club azulgrana. Por ejemplo, fue quien acercó a San Lorenzo trajo a los dos últimos técnicos que tuvo el ciclón, Paolo Montero y a Pedro Troglio.

Casi todos los jugadores que están representados por él, tienen un vínculo con Tigre. Lucas Menossi y Alexis Castro llegaron a San Lorenzo de la mano de Berman, por quienes los dirigentes del ciclón desembolsaron más de 4 millones de dólares.  Tras no funcionar en la cancha ambos terminan volviendo libres a Tigre. Aunque son reconocidas las deudas de San Lorenzo con los jugadores, es raro que Tigre aun así cobrando una parte, los recupera libres y sin poner nada de dinero.

Estas apuestas salieron mal desde lo deportivo, pero lo que llama la atención, es que a principios de año forzó la venta de Juan Ramírez, uno de sus representados, a Boca. En resumen, le saco un jugador por la puerta de atrás obligando al club que lo venda. Con este antecedente, sorpresivamente los dirigentes de San Lorenzo siguen haciendo negocios con él.

El actual manager del club, Matías Caruzzo, quien asumió hace más de un mes es representado por Berman. Con promesas de que pueden ayudar a levantar a los clubes que vienen de mala racha, sacan y ponen jugadores en los clubes a su antojo y según les convenga.

En el fútbol de hoy en día esto pareciera estar muy  naturalizando; eso sí, no  hay que dejar de lado el papel que juegan o que no juegan los conglomerados mediáticos de deportes más conocidos, aun cuando mucha gente comprende que les conviene hablar tres horas si Boca juega bien o mal, antes que los negocios  que los representantes hacen en los clubes.

A veces debemos preguntarnos porque los periodistas de estos medios están empecinados por instalar algún jugador en clubes, o simplemente dejar flotando el nombre para que este suba la cotización. Por su puesto nada es gratis.  Cuando Tévez anuncio que sería técnico, lo hizo en el programa de Animales Sueltos con Alejandro Fantino, en una entrevista en la cual poco se molestaron en disimular el guión.

En una entrevista de ESPN a un niño de Rosario Central al cual le preguntan qué piensas sobre el arribo de Tévez, el niño respondió contento e inocentemente, que Tévez iba a traer jugadores y pagar las deudas que arrastra Central. La historia demostró que siestas cosa salen mal, quien paga los platos rotos siempre es la institución.