Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

30
Mar, Abr
90 New Articles

Sindical
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El MTL, la CTA y la Conat se dieron cita ante el Inaes para apoyar a los trabajadores de Frigocarne, empresa recuperada que corre riesgo de cierre.

“Fue una pelea importante y nos fuimos con un triunfo, una batalla ganada al macrismo”, celebró el titular de la CTA Moreno-Merlo, Gustavo Muñoz, tras participar junto a otras organizaciones, en la manifestación que ayer se llevó a cabo ante el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), para reclamar que no le quiten la matrícula a la empresa recuperada Frigocarne.

Se trata de la industria que más trabajo genera en la localidad de Máximo Paz -ubicada en el partido de Cañuelas-, que fue recuperada por sus trabajadores hace quince años y ahora genera empleo para 142 operarios, al tiempo que alrededor de sesenta personas trabajan en actividades que dependen del funcionamiento de la planta.

Así, para resistir el intento de acabar con este emprendimiento colectivo, sus trabajadores y representantes de diversas organizaciones se movilizaron hacia la sede del organismo del Estado nacional que debe promover la economía social, cooperativas y mutuales.

Paradójicamente, es el propio Inaes quien busca suspender la matrícula y, por eso, los trabajadores se instalaron en el hall de su sede, donde permanecieron a lo largo de cuatro horas, hasta que consiguieron un aplazamiento de la medida.

Desde la cooperativa son claros cuando denuncian que, detrás de estos intentos, está la Mesa de la Carne que opera con el gobierno para sacar del medio a Frigocarne y todo lo que representa como experiencia de resistencia y lucha.

Para respaldar a los trabajadores de la cooperativa, el secretario de Producción y Empleo de Cañuelas, Juan Ángel Cruz, acompañó a quienes fueron a reclamar al Inaes.

También estuvo el secretario de la CTA Cañuelas-Lobos, Mario Micheli, quien denunció el duro panorama que viven los operarios de Frigocarne, que durante 2017 y parte de este año, debieron soportar un paréntesis en la producción que recién pudo retomarse en julio, a partir de la faena para terceros.

“Esta empresa cooperativa viene dando una pelea muy fuerte contra este gobierno, consiguió nuevamente personería, pero la semana pasada se enteraron que le quieren sacar la matrícula”, señaló Muñoz y tras reconocer que “la de ayer fue una pelea bastante dura”, celebró que “tuvieron que acceder a  prorrogar la medida para que los compañeros pudieran seguir trabajando en la cooperativa”.

 

Aguante

 

Detrás de todo esto, está la corporación empresaria conocida como Mesa de la Carne, que acusa a las cooperativas como Frigocarne de “competencia desleal”. Pero Micheli sale al cruce al señalar que  “resulta raro que las patronales frigoríficas no apunten al gobierno que diseñó estas políticas que nos llevan a la baja del consumo y que se sigan perdiendo fuentes de trabajo en el sector”.

Tras lo que defendió a la cooperativa y denunció que “los sectores que nunca quisieron que los trabajadores construyan una cooperativa de la carne que pueda subsistir, ahora embisten duro para que los matarifes dejen de hacer acuerdos con Frigocarne”.

Y, después de recordar que la cooperativa surgió de la necesidad de los trabajadores que la patronal dejó en la calle después de quebrar, recalcó que “aquí la pelea es con un sector privado que actúa desde una hegemonía histórica y que jamás se preocupó por los trabajadores”.

Pero la presión sobre Frigocarne forma parte de un contexto en el que el tarifazo, la recesión y otras políticas más abiertas de hostigamiento perpetradas desde diciembre de 2015, ponen a la mayoría de empresas recuperadas en zona de riesgo.

Un ejemplo claro tuvo lugar el sábado pasado en el barrio de La Paternal, cuando en connivencia con personal de la Policía de la Ciudad, el ex dueño y responsable del vaciamiento de la ahora empresa autogestionada Renacer (ex TresGe), desalojó a los trabajadores sin siquiera poseer orden judicial.

Renacer es una fábrica de bolsos y artículos de cuero que fue abandonada por quien el sábado la usurpó durante algunas horas, hasta que una decisión judicial la restituyó a los trabajadores que ya pusieron en marcha a la planta y, dos semanas atrás, recibieron la matrícula que los habilita como empresa recuperada, por parte del Inaes.

Como señal de los tiempos que corren, vale indicar que el Inaes acaba de dar de baja a seis mil cooperativas de trabajo de diferentes puntos del país, pero pese a esto la presión no se detiene y, en el mismo rubro que Frigocarne, intenta ahogar las experiencias autogestivas de Yaguané y La Foresta.