Fue en la ciudad de Mar del Plata y participó el Partido Comunista local. Ahí se plantó un árbol “por cada año y por cada política llevada a cabo por Néstor”.
El Partido Comunista de Mar del Plata dijo presente en el homenaje al ex presidente Néstor Kirchner, que se llevó a cabo el 27 de octubre a doce años de su muerte, que tuvo lugar en la Plaza Belisario Roldán, convocado por fuerzas políticas, sociales y sindicales que integran el Frente de Todos de esa ciudad.
Ahí fueron plantados doce árboles, “uno por cada año y por cada política llevada a cabo por Néstor”, según señalaron los organizadores. Entre quienes fueron de la partida estuvo Pedro Ferrer, referente del PC marplatense, desde donde se resaltó que “estuvimos en el homenaje a Néstor Kirchner plantando el árbol de la Unidad Latinoamericana”.
Esta definición no resulta azarosa, ya que el acto se llevó adelante a poco de que se cumpla un nuevo aniversario de la IV Cumbre de las Américas y la Cumbre de los Pueblos, que en 2005 tuvieron como escenario a Mar del Plata, se convirtieron en dos episodios clave para la región y tuvieron entre sus protagonistas al ex mandatario.
Esa vez la movilización en las calles culminó en un estadio José María Minella repleto que, junto a Hugo Chávez, le dijo No al Alca que pretendía imponer el entonces presidente George W. Bush en la cita que se desarrollaba en el Hotel Provincial.
Durante los encuentros preparatorios, la presión recibida por Jorge Taiana –que era vicecanciller- había sido terrible, por lo que se esperaba que en el plenario de presidentes Bush iba a ir a fondo con sus propósitos.
Sólo los presidentes Chávez, Kirchner, Luis Inácio Lula Da Silva, Tabaré Vázquez y Nicanor Duarte Frutos se animaron a votar contra la propuesta de EE.UU., pero esto alcanzó para hacer fracasar a esa iniciativa, ya que el documento final tenía que salir por consenso.
Además del de Bush, Washington contó con sus alfiles, el mexicano Vicente Fox, el colombiano Álvaro Uribe y el representante canadiense Paul Martin. De nada sirvió que mediante coerciones el Departamento de Estado se asegurara afirmativo de alguno que hasta último momento no dieron a conocer su posición.
La reunión fue ríspida, como anfitrión, la presidía Kirchner. Y le sacó la palabra a Fox cuando el mexicano hizo el primer intento de cambiar el temario para introducir el tema del Alca. “Ese tema no está en la agenda” dijo y ni siquiera se inmutó cuando tras cartón Bush se levantó y le dio la mano al mexicano, en señal de solidaridad.
Por su parte, Chávez fue orador principal de la cumbre paralela que se preparó como acto unitario con la participación de diputados y dirigentes de la izquierda y el peronismo, gremios y movimientos sociales en el estadio mundialista, hacia donde convergió una caravana de mil ómnibus partió desde Buenos Aires, además del Tren del Alba en el que viajaron Diego Maradona, Emir Kusturika, un Evo Morales que todavía no era presidente de Bolivia, Adolfo Pérez Esquivel, Madres de Plaza de Mayo y otras personalidades.
Ahí, entre ovaciones, Chávez habló dos horas y llamó a su lado a Maradona y a Evo Morales. “Los argentinos tenemos dignidad. Echemos a Bush” gritó el 10. “Alca, Alca, Alaca, al carajo. ¿Quién enterró el Alaca? Los pueblos de América”, dijo Chávez y desató una cerrada ovación. Y el entierro real lo protagonizaron al día siguiente los mandatarios del Mercosur y el venezolano cuando frustraron el intento de Bush, en una decisión que impactó en el sistema unipolar que pocos cuestionaban por entonces.