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Sáb, Abr
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El discurso de la dolarización que propone Javier Milei tiene detrás a Guillermo Tofoni, uno de los impulsores de las Sociedades Anónimas Deportivas. “El mundo es una pelota y nosotros hacemos los partidos”.

Ese es el lema de World Eleven, la empresa de Guillermo Tofoni, el hombre que juega fuerte a favor del arribo de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al fútbol argentino. El gobierno de Javier Milei intenta habilitar las SAD por medio del DNU 70/2023 y mientras tanto tiene en Tofoni a uno de los pilares que apuntalan este sueño que crece entre empresarios, incluso más allá de la postura que tiene la AFA.

Recientemente Tofoni fue allanado en sus oficinas, debido a una presunta estafa que habría cometido utilizando el nombre y explotación de la “Marca AFA” sin tener vínculo o autorización. La AFA mantiene una denuncia contra este empresario por diferentes maniobras e irregularidades, ya que acusa a la empresa en cuestión de haber usado el nombre de la casa madre del fútbol argentino para realizar negocios. La causa recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 y, desde la AFA, buscan que Tofoni sea imputado por la “utilización ilegal de marcas registradas”.

Los intentos de acercamiento de Tofoni al fútbol argentino, siempre tuvieron repercusiones negativas. Hace algunas semanas, el propio empresario propuso, en contrapartida de la postura pública de los clubes, la privatización de las instituciones y que se conviertan en sociedades anónimas deportivas, mostrando un acercamiento a las ideas que propone Javier Milei cada vez que se refiere al fútbol argentino.

No se trata de un proyecto propio del empresario. La iniciativa que también intentó llevar adelante Mauricio Macri durante su presidencia, encuentra un nexo con Fernando Marín, un hombre históricamente vinculado al fútbol y con pasado en Racing. Incluso el PRO, a través de Nicolás Massot, redactó un proyecto que iba en idéntica dirección, que nunca prosperó en el Congreso.

Ahora la diputada por La Libertad Avanza, Laura Santillán, impulsa el nuevo intento de abrir las puertas a las SAD. “Tenemos una gran expectativa que actores importantes de la industria del fútbol, como puede ser Guillermo Tofoni, una de las personas que les cuente las funciones, cómo trabajar industrias tan complejas que no se conoce el paño”, dijo la legisladora.

El empresario que mencionó Santillán, el alguien que actúa en el mercado futbolístico desde hace décadas y tiene una particularidad: no se dedica a la compra-venta de jugadores o a su representación. Toffoni se instaló con fuerza en el ambiente allá por 2006, cuando acercó a la AFA un contrato por 18 millones de dólares para que la Selección Nacional jugara partidos amistosos.

Pero también, mientras que haya dólares de por medio, parece dispuesto a sentarse en cuanta mesa sea invitado. En su artículo “Dolarización y fútbol: La tierra prometida”, Tofoni sostiene que la dolarización que impulsa Milei, podría beneficiar al fútbol argentino. En términos más claros, Tofoni postula la instalación de sociedades anónimas en el fútbol.

“Lo de las sociedades anónimas no es nuevo, Argentina vuelve a la carga potenciado y con ideas más aptas para el mercado sudamericano”, comentó en una reciente entrevista y tras añadir que las SAD “están desde 1980 y los italianos fueron pioneros en ese sentido.”, recalco que esta figura crece “en todos los mercados” del fútbol internacional.

Pero algo sobre lo que Toffoni no habló, es acerca de la cantidad de clubes históricos que ya no existen, porque se tuvieron que refundar con otro nombre como consecuencia de los malos manejos que las SAD llevaron a cabo en esas instituciones.

Sin embargo, frente a las críticas, defendió la iniciativa y advirtió que en el fútbol argentino ya existe la participación de capitales privados: “hay que sacarse la careta, lo están haciendo privadamente los representantes con la mayoría de los clubes. Ya está pasando”, indicó. En esto tiene algo de razón, ya que y el caso más claro es del de representante Cristinan Brgarnik que, salvo en River, tiene jugadores en todos los equipos del futbol argentino.

Lo que está claro es que la idea de Toffoni, no tiene otro fin que profundizar aún más ese esquema de negocios, lo que le permitiría que grupos inversores se queden con la riqueza que representa la materia prima de nuestro futbol que son las divisiones inferiores.

Pero sin embargo, la actual situación con los representantes como bien plantea Tofoni, debe ser un punto de reflexión para muchos dirigentes del futbol argentino, que también usan la bandera de “no a las sad” para seguir con un esquema de negocios que está dañando al futbol argentino, y que evidentemente genera beneficios políticos-personales.