El presidente Alberto Fernández viajó hacia Jujuy y visito a la líder de la Túpac Amaru. Por su parte, su defensa denunció el hostigamiento por parte del personal que la vigila en su internación.
Milagro Sala, dirigente de la organización Túpac Amaru, quien actualmente está cumpliendo prisión domiciliaria, fue trasladada a un sanatorio de San Salvador, en la provincia de Jujuy, después de que se le diagnosticara una «trombosis venosa profunda».
Personas de su entorno informaron que, Sala «comenzó a manifestar ciertos malestares hace días atrás y, luego de realizarle una tomografía, se resolvió proceder con su correspondiente internación». Asimismo, desde la Túpac Amaru se informó que Sala está recibiendo tratamiento debido a que existe «riesgo de que se forme un coágulo»,. En tanto, el presidente Alberto Fernández viajó hacia Jujuy y visito a la líder de la Túpac Amaru.
En su cuenta de Twitter, tras la visita, el Jefe de Estado publicó: «Quiero volver a manifestar mi compromiso con Milagro Sala. Desde siempre he planteado lo indebido de su detención y lo irregular del proceso. Milagro ha sido perseguida, hace siete años que está privada de su libertad y tanto su salud como la de su marido se han deteriorado mucho».
Añadió que «en un Estado de derecho, la justicia debe funcionar de otro modo. Les pido a los jueces de Jujuy y a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que por favor dejen de lado las teorías y doctrinas que se difundieron en los años del Gobierno anterior al nuestro. Empecemos a enmendar esta situación. Cualquier juzgamiento debe hacerse respetando las leyes argentinas, sin presiones políticas, sin intencionalidades persecutorias y que solamente primen las reglas del debido proceso.
«Nada de esto debería haber ocurrido, los derechos humanos son fundamentales en cualquier Estado de derecho. Deseo que te recuperes pronto Milagro, somos muchos los que deseamos verte bien», concluyó.
Por su parte, su defensa denunció este 28 de junio el hostigamiento por parte del personal que la vigila. Según informaron, está custodiada por dos agentes de la Policía, una mujer y un hombre, en la puerta de ingreso a la habitación. Además hay una tercera agente mujer, al lado de su cama, «exhibiendo ostensiblemente la portación de su arma reglamentaria».