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Vie, Abr
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Política
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Lo brindó la CTA de los Trabajadores por medio de una movilización a la sede diplomática de ese país en Buenos Aires. Estuvieron presentes el MTL y la Conat.

El Movimiento Territorial Liberación y la Corriente Nacional Agustín Tosco fueron de la partida en la movilización que la CTA de los Trabajadores llevó a cabo hacia la sede de la embajada de Brasil en la Ciudad de Buenos Aires para repudiar el intento de golpe de Estado perpetrado el domingo por la extrema derecha que actúa en ese país.

“Hay que cerrarle el paso a quienes, con violencia y discursos de odio, pretenden debilitar a un gobierno elegido por el pueblo”, dijo en la oportunidad el titular de la central Hugo Yasky, quien advirtió que lo que pasó el domingo en Brasil “un claro intento de golpe de Estado” contra el gobierno que encabeza Luiz Inácio Lula da Silva.

En la oportunidad, Yasky junto a dirigentes de otros sectores que se dieron cita, entregaron al embajador brasileño, Reinaldo José de Almeida, un documento de apoyo a la democracia que se ve atacada en su país.

“Le transmitimos al embajador que para nosotros la democracia de Brasil vale casi tanto como nuestra propia democracia y estamos convencidos de que hay que cerrarle el paso a quienes con violencia y discursos de odio pretenden debilitar a un gobierno elegido por el pueblo”, sostuvo Yasky al tiempo que hizo hincapié en que “como Lula es un trabajador y nosotros somos centrales sindicales tenemos una particular hermandad con su gobierno y con él”.

El documento hace público el repudio y condena “de manera absoluta los actos golpistas y terroristas perpetrados por sectores de la derecha bolsonarista de Brasil que expresa a los poderes fácticos, que una vez más intentan quebrantar el orden democrático en nuestra región”, tras lo que alerta que “la irrupción y destrucción de edificios gubernamentales y el desconocimiento de la voluntad popular, constituyen un hecho gravísimo que debe ser repudiado y condenado por todos los espacios y organizaciones democráticas de nuestro continente y del mundo”.

Y finaliza reclamando “nunca más los golpes militares, nunca más la interrupción de los procesos democráticos, nunca más el desconocimiento de la voluntad popular, nunca más la violencia política, los discursos de odio, el lawfare, nunca más la derecha y los poderes fácticos en Brasil, en América Latina y en el mundo”.