Argentina albergara el Mundial Sub-20 merced a una rápida maniobra realizada entre la Fifa y la AFA ¿Adiós a la organización conjunta con Uruguay, Chile y Paraguay para la Copa de 2030?
Claudio Chiqui Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el ministro de Economía Sergio Massa y su par de Turismo y Deportes, Matías Lammens, se dieron cita el lunes pasado en la sede de la cartera económica para anunciar que nuestro país va a ser sede del Mundial Sub-20 entre el 20 de mayo y el 11 de junio de este año.
De este modo la selección argentina Sub-20, va a poder disputar el mundial que originalmente iba a realizarse en Indonesia, cuya clasificación no consiguió en el Sudamericano de Colombia disputado en febrero. Argentina entra por la ventana en lo que fue una rápida movida del Chiqui Tapia en conjunto con el buen ojo la Fifa a la hora de sacarle punta al lápiz para hacer negocios.
Traer el Mundial juvenil a esta parte del mundo, promete prolongar un poco más esta suerte de argentinomanía que atraviesa el Universo Fútbol desde que La Scalonetta bordó en el pecho de La Albiceleste su tercera estrella. Pero no sólo eso, ya que también vuelve a poner en la disputa de la Copa a una camiseta que tiene seis títulos de la categoría y tres de mayores, así como varios jugadores jóvenes que se lucen en las principales ligas del mundo.
Resulta evidente que para el Universo Fútbol este es el momento de Argentina y queda claro que la Fifa sabe cómo sacarle jugo a este tipo de circunstancias. Por eso es que la realización del Mundial en nuestro país, representa también la posibilidad de que los europibes que no estuvieron a la altura en la clasificatoria jugada en Colombia, se floreen por los estadios argentinos y, sobre todo, por las pantallas y plataformas que en todo el planeta pagarán fortunas para verlos jugar.
Se trata de Facundo Buonanotte (Brighton), Matías Soulé (Juventus), Luka Romero (Lazio), Tiago Geralnik (Villarreal), Mateo Tanlongo (Sporting Lisboa), Alejandro Garnacho (Manchester United) y Valentín Carboni (Inter Milan), por nombrar algunos. Este último ya fue convocado por Scaloni para los amistosos ante Panamá y Curazao. Estos chicos juegan y viven en Europa, en algunos casos desde que eran niños y salvo Bounanotte, ninguno jugó en la liga Argentina.
La Fifa, ni lenta ni perezosa, observó que además de aprovechar esta oportunidad que rápidamente le acercó el presidente de la AFA Claudio Tapia, apenas Indonesia se bajó de la organización del Mundial, fue la manera más rápida de desligarse de quedar metido en medio de un conflicto geopolítico. Pero, de todos modos, sacar el Mundial de Indonesia es una toma de posición.
Business are business
El problema se presentó con la inesperada clasificación de Israel. Ante esto la Asociación de Fútbol de Indonesia (AFI), adelantó que no estaba dispuesta a recibir a la delegación israelí como consecuencia de las tensiones que persisten en el mundo musulmán por la Causa Palestina.
Con 240 millones de musulmanes, Indonesia es la formación estatal que más fieles al Islam posee. Y muchos de ellos, salieron a las calles de Yakarta y otras de las principales ciudades del país, para dejar en claro que no estaban de acuerdo con que se presentara en las canchas indonesias, la selección que representa a un Estado que desde hace casi un siglo, viene perpetrando una política de apartheid y genocidio activo contra el pueblo palestino.
Sobre esto tomó nota el gobierno que encabeza Joko Widodo, pero también el presidente de la AFI, Nurdin Halid, que coincidieron en señalar que la selección israelí no podía jugar en suelo indonesio.
El fútbol es una formidable herramienta de legitimación de ideas y construcción de sentido común y quien lo organiza a nivel mundial es uno de los principales conglomerados que tiene el sistema capitalista, por lo que en esto de decidir dónde se hace rodar la pelota, el negocio es el que manda.
Es por eso que cabe preguntarse si la Fifa hubiera actuado de la misma manera que lo hizo con Indonesia, si países como Arabia Saudita o Qatar tomaran posturas similares, teniendo en cuenta que estos estados considerados las grandes potencias económicas del mundo árabe, son los principales financiadores del organismo.
Es así que a poco del inicio del certamen, la Fifa decidió mudar la sede y lo hizo con un pase de manos con el que también pretende solucionar algún que otro problema. En este punto vale citar la hipótesis esgrimida por el periodista Ernesto Cherquis Bialo, quien conoce como pocos las movidas dentro del mundo Fifa por su cercanía con el ya fallecido Julio Grondona, ex vicepresidente de la entidad. Concretamente, lo que señala es que esta cortesía de Gianni Infantino, iría a cambio de negar la posibilidad de que Argentina organice el Mundial 2030 -junto a Uruguay, Paraguay y Chile- porque esa sede ya estaría otorgada a Arabia Saudita.
Mientras que en Zúrich se cocinaba todo esto, también se comenzaba a hacer lo propio con la suspensión de una nueva federación. Es que al parecer ya no alcanza con marginar a Rusia de todas las competencias que organiza la Fifa, sino que también ahora se busca disciplinar a todo aquel que se acerque a las posturas geopolíticas de Moscú.
En este caso el brazo ejecutor es la Uefa, que ya prohibió que los equipos de Bielorrusia sean anfitriones de partidos internacionales de fútbol y adelantó que analiza expulsar a su federación de las competencias europeas. Lo hizo tras la decisión de Minsk de aceptar que se instalen en territorio bielorruso misiles Iskander con 500 kilómetros de rango.
Paradójicamente, Moscú comenzó su operación militar especial en el territorio del Donbás, entre otras cosas, porque el régimen de Kiev postulaba su membresía a la Otan, proponiendo al territorio ucraniano como base de operaciones para los misiles de corto y mediano alcance de la Alianza Atlántica. Pero nada de esto llamó la atención de la Uefa que, lejos de sancionar, apoya la candidatura de Ucrania para organizar la Copa del Mundo 2030 junto a España y Portugal.