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Dom, Abr
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Política
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Lo dijo la periodista y analista internacional, Stella Calloni, quien realizó un balance sobre la situación política en la región a partir de los temas que dejaron abiertos la III Cumbre birregional entre la Unión Europea y la Celac. Calloni consideró lamentable el apoyo de Boric al régimen de Kiev y elogió el posicionamiento de México.

-América Latina atraviesa un momento complejo. Sin embargo, Europa está sumergida en una crisis muy grande, de la que poco se habla. En ese contexto, la Unión Europea en una reunión con la Celac dijo que las islas Malvinas constituyen un “territorio en disputa”, un posicionamiento importante pero... ¿cómo hay que interpretarlo después del Brexit, más si se tiene en cuenta la guerra de Ucrania contra Rusia y el rol de la Otan en el Atlántico Sur?

 

Existe un punto de presión popular en toda Europa que no se tiene en cuenta a la hora de evaluar los posicionamientos de la Unión Europea y que es sumamente importante para comprender algunas cosas que están sucediendo. Europa atraviesa una crisis sin precedentes en décadas, producto de haberse colocado como peón de EE.UU. en el mapa geopolítico mundial. En circunstancias de crisis económica, sanitaria y social, los gobiernos están atados, por un lado a la política de la Unión Europea y, por el otro, presionados por las demandas que surgen con cada vez mayor fuerza. El caso de la energía, el gas especialmente, durante el último invierno europeo resultó paradigmático. Ahora atraviesan una ola de calor muy severa, y también tienen inconvenientes. Todo esto lo traigo a la reflexión porque este es el contexto en el que Europa se puso a merced de EE.UU. y a la cabeza de una guerra contra Rusia, para defender intereses que no son tan propios y, esto es lo peor, para lavar la cara de un gobierno fascista como el de Zelenski en Ucrania. Es una calamidad por donde se lo mire, de la que son responsables los gobiernos de Europa, sus clases económicas dominantes, aliadas al imperialismo, cuyas consecuencias son pagadas no solo por el pueblo de Rusia y también de Ucrania, sino también por todo el pueblo europeo. En este contexto, la Unión Europea tiene un pronunciamiento muy importante sobre la cuestión Malvinas en la III Cumbre birregional con la Celac. Sin dudas jugaron en este pronunciamiento un papel importante las tensiones internas con Gran Bretaña, exacerbadas luego del Brexit, pero pienso que también está en juego la necesidad de la Otan de conseguir aliados a ultramar, como los gobiernos de América Latina, aún cuando la Otan tiene bases en el Atlántico Sur. En definitiva, la situación es de una complejidad total, en la que resulta determinante la posición de subordinación que la Unión Europea adquirió hace tiempo ya con la política imperial de EE.UU.

 

-¿Y América Latina en qué posición se está ubicando? Porque mientras Rusia enfrenta a un gobierno nazi como el de Zelenski, el presidente Boric de Chile toma la palabra para defender el régimen de Kiev...

 

El posicionamiento de Boric ha sido lamentable y es un indicio de los enormes problemas, dificultades pero también desafíos que tiene América Latina ante sí y ante el mundo. Lo primero que hay que remarcar es que América Latina es una región que está en guerra. Con mayor precisión, una región que está siendo agredida desde hace tiempo ya por un proceso de recolonización impulsado por EE.UU., que despliega una política de cooptación y dominio hacia las llamadas derechas del continente. Estas derechas son financiadas por fundaciones internacionales, una de las vías que la diplomacia del norte encontró para promover proyectos políticos afines a sus intereses. El desarrollo de esta política es acompañada por presiones a todos los gobiernos, sean de centro, progresistas o de derecha. El caso de Argentina y el préstamo del Fondo Monetario, que condicionó, condiciona y seguirá condicionando tanto la política económica interna del país como la política internacional, es un claro ejemplo.

 

-En ese marco ¿qué posicionamiento representaría una política de real soberanía, teniendo en cuenta los problemas internos de los países de la región, pero también los intereses geopolíticos, por ejemplo, en torno a las energías renovables?

 

Argentina tiene que recuperar su política de neutralidad, que la perdió y que ha sido muy importante a lo largo de su historia. Hoy el camino lo marca México sin dudas en este sentido. El presidente López Obrador instó a toda la región a que asuma un rol de mediación en los problemas internacionales, como por ejemplo en la agresión de la Otan contra Rusia. América Latina tiene problemas propios, muy importantes, todos ellos relacionados con la política imperial y de neocolonización de EE.UU., por lo que ya tiene bastante como para encima andar metiéndose en problemas de magnitud mayores como lo es la carrera belicista estadounidense. Pero, no sorprende si se tiene en cuenta, tal como trato de insistir para que se entienda claramente, que América Latina es una región que sufre un ataque del tipo guerra contrainsurgente, con métodos muy distintos a la que se implementó en la década del setenta con el Plan Cóndor por ejemplo, pero con objetivos muy similares.

 

-Después de décadas de experimento neoliberal, América Latina supo romper con el imperialismo, pero aquel proceso de principios de milenio ha sido contrarrestado en los últimos años....

 

No obstante, América Latina tiene una nueva oportunidad histórica. No se la puede perder de ninguna manera. Argentina es un ejemplo. De lo que pase ahora en las elecciones de octubre se dirime el futuro del país y también el de la región, no tengo dudas al respecto. No puede volver la derecha, después de todo lo que pasó, con las consecuencias a la vista de lo que fue el gobierno de Mauricio Macri. Mucho más, si se tiene en cuenta que Argentina va derecho a consolidar una verdadera dictadura judicial si no se confronta claramente, con decisión política, a la Corte Suprema, que es un órgano constituido para bloquear cualquier iniciativa de soberanía política y popular en el país. En definitiva, lo que quiero transmitir es que América Latina es también una región en disputa, que no todo está perdido, pero que la situación es de una complejidad extrema debido a la incesante agresión imperialista de Estados Unidos.