Va a ser hacia el Congreso Nacional donde ese día Javier Milei debe dar su primer mensaje ante la Asamblea Legislativa. “Vamos en un importante grado de unidad en la acción, junto a otros sectores”, destacó desde el MJL, Juan Carlos Serra.
El 1° de marzo mientras en el Congreso Javier Milei brinde ante la Asamblea Legislativa su discurso de apertura del período ordinario de sesiones, los trabajadores jubilados y pensionados van a movilizarse hacia las inmediaciones del Palacio Legislativo con demandas claras que incluyen la urgente recomposición de los haberes del sector, pero también la devolución del Pami a sus verdaderos dueños y para advertir sobre el peligro en que está el Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses.
Esto acabó de acordarse el miércoles pasado durante la marcha que diferentes organizaciones del sector llevaron a cabo en Ciudad de Buenos Aires, entre las que estuvo el Movimiento Jubilados Liberación (MJL), desde donde uno de sus principales referentes, Juan Carlos Serra, resaltó la relevancia que tiene poder construir la jornada del 1° de marzo, “avanzando con un grado importante de unidad en la acción junto a varios sectores como la Confederación de Jubilados y Pensionados de la República Argentina, diferentes multisectoriales y ATE-Capital, entre otros”.
La movilización del miércoles fue un nuevo capítulo de las marchas que viene llevando adelante el MJL cada mes y ahí, Serra puntualizó que “hasta el día de hoy los bonos que se venían otorgando eran para las jubilaciones mínimas, pero en otra medida bien perversa, quieren modificar entregándolo a las mínimas pero sólo para los que no tuvieron moratoria, lo que tiene una clara intención que la de dividir al movimiento de jubilados que es algo que repudiamos” (Ver Pegarle al más débil).
Pero también insistió en que el MJL plantea que es preciso que se otorgue “un aumento de emergencia de no menos de doscientos mil pesos para todas las categorías y que, a partir de eso, se aplique la formula de movilidad con una cláusula gatillo por inflación”. Ya que, puntualizó, “necesitamos recuperar el sesenta por ciento que perdimos anteriormente, más el cuarenta por ciento que nos sacan ahora”.
Hoy viernes, el gobierno oficializó que el monto de ese bono va a ser de setenta mil pesos, algo que contribuye a erosionar todavía más los bolsillos de los jubilados. La cuenta es sencilla: si la Presidencia Milei quisiera sostener la capacidad de compra que tenía originalmente ese bono, tendría que llevarlo a 96 mil pesos y en el caso de que con esta herramienta se buscara compensar para las jubilaciones mínimas el desfasaje que se produce por la fórmula de movilidad, se debería colocar en los 144 mil pesos.
Es evidente que con esta nueva decisión, La Rosada le da otra vuelta de rosca al ajuste brutal que impone sobre las jubilaciones, lo que es una carta clave en su afán por lograr el déficit cero que Milei prometió al FMI y que, asimismo, es parte fundamental de su alocada carrera para intentar dolarizar completamente a la economía argentina.
De ahí que, sin dudarlo, Serra planteó que “vamos a un 1° de marzo con este reclamo de aumento de emergencia para todos los jubilados, pensionados y adultos mayores”, pero también para decir “no al DNU 70/2023, no al FMI y a sus exigencias, especialmente, a las que impactan tan negativamente en temas previsionales” (Ver Los jubilados piden cancha).
Asimismo, fue contundente cuando hizo hincapié en que es necesario que se ponga en práctica en su totalidad lo previsto por la Ley 19.032, que es por la que se creó el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, ya que “el Pami debe volver a sus verdaderos dueños que somos los jubilados”.
Y, en idéntica dirección, alertó que el gobierno nacional “viene por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses”, que es la herramienta que permite que permite darle solidez al sistema de seguridad social, ya que consiste en alrededor de 33 mil millones de dólares nominados en diferentes tipos de activos financieros.
Hace menos de diez días el Indec informó que, de acuerdo a sus relevamientos, una Canasta Básica Total asciende a 596.823 pesos, en tanto que la jubilación mínima se ubica en el orden de los 204 mil pesos. Y a esto cabe sumar un dato revelado por un trabajo confeccionado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), que da cuenta de que los diez medicamentos más consumidos por adultos mayores fueron aumentados hasta un 83 por ciento, con un promedio de suba de 31 por ciento, entre diciembre de 2023 y enero de 2024. En todos los casos, se trata de subas que se colocan, incluso, por encima del promedio de inflación.