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El Gobierno que encabeza Guillermo lasso, firmó un memorando de entendimiento con Estados Unidos para cooperar y brindarse asistencia mutua en materia de defensa.

Ecuador y Estados Unidos suscribieron un Memorando de Entendimiento (MOU), por el que Washington se compromete a fortalecer las capacidades de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, que el gobierno que preside Guillermo Lasso involucró en tareas de seguridad interior, en el marco de la ola de violencia que atraviesa el país.

Según la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom), dentro del Plan de Acción Bilateral que reafirma los mecanismos de fomento entre las fuerzas militares de ambos países, participa el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado de EE.UU., junto al Ministerio de Defensa de Ecuador. Estas entidades firmaron el documento, el miércoles 19 de julio de 2023.

El memorando prevé la cooperación entre los dos países, para el intercambio de información. “El objetivo es combatir a los grupos armados y el narcotráfico, el fortalecimiento de capacidades de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, el entrenamiento y la capacitación del personal militar de las dos naciones”, señala formalmente.

Y añade que también prevé “la adquisición de recursos para potenciar la defensa de las fronteras y combatir al narcotráfico y sus delitos asociados”, así como que este proceso de cooperación vaya a tener resultados “a mediano y largo plazos, en un lapso de siete años”.

Actualmente Ecuador vive una ola de inseguridad y violencia sin precedentes. Según la Policía Nacional, en 2022 se registraron 4.632 homicidios intencionales, mientras que de enero al 11 de junio de este año, ya se perpetraron 3.070 asesinatos. Muchos de estos crímenes están relacionados al narcotráfico y a disputas entre bandas delictivas.

Así las cosas, en medio de una crisis política y bajo esta escalada delictiva que se extiende por buena parte del país, el presidente Lasso, decretó el estado de excepción y toque de queda en dos provincias, un día después del asesinato del alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, en un nuevo hecho de violencia que causó conmoción.

Y el martes pasado declaró el estado de excepción en todas las cárceles del país, después de que se registrara una serie de graves disturbios que dejaron un saldo de, al menos, treinta muertos desde que comenzaran el sábado. En este contexto son por lo menos 96 los agentes penitenciarios que están retenidos por reclusos amotinados en varias unidades penitenciarias.

 

¿Estado fallido?

 

Para Bruno Soria, quien es militante del Partido Comunista de Ecuador (PCE), el afianzamiento de las relaciones de las Fuerzas Armadas entre su país y EE.UU., responde “a un reclamo de los militares que sienten que han perdido poder”, pero también es algo que “se suma a la formación que el gobierno estadounidense les da a jueces, fiscales y periodistas ecuatorianos que son actores clave del lawfare”.

En este sentido, Soria puntualizó que la Policía viene ocupado espacio que tradicionalmente le estaba reservado a las Fuerzas Armadas y, al respecto, recordó que “fue la policía quien enfrentó las manifestaciones de 2019 y también fue esta institución la que sostuvo en el poder a Lenin Moreno y ahora a Lasso”.

De este modo, hizo hincapié en que “este memorando termina siendo un mecanismo de contención social para represión del pueblo, tal como está sucediendo en Perú con la asistencia militar que Dina Boluarte autorizó por parte de EE.UU.” aunque, aclaró, que a diferencia de lo que pasa en Ecuador “la presencia en ese país ya es directa”.

Como se recordará, no hace mucho, la presidenta de facto de Perú autorizó el ingreso de 1.172 militares estadounidenses a territorio del país suramericano, bajo la excusa de realizar entrenamientos conjuntos con las Fuerzas Armadas peruanas y la Policía Nacional.

En este contexto, el militante del PCE definió a Ecuador como “un Estado fallido donde no hay institucionalidad”, ya que mientras Esmeralda y Guayaquil “son de las ciudades más peligrosas del mundo, lo único que le interesa a las elites es conservar sus privilegios económicos”. Tras lo que señaló que “los negocios en estas ciudades cierren a las 5 de la tarde y desde esa hora las personas tratan de no salir de sus hogares”.

Y sin ambages sostuvo que “buena parte de la población ya no se asombra de las masacres y muertes que hay”, porque “las mafias tienen el control, se conformó estructura de carteles que antes no existía”, algo que atribuyó fundamentalmente “a la descomposición social  que genera el neoliberalismo”.

De ahí que, sin dudarlo, dijo que es preciso “estar alerta ante la radicalización de los sectores fascistas” y advirtió que en Ecuador se asiste a “una campaña lanzada por los sectores ultraderechistas que incluye a un sector del ejército”, por lo que no descartó que ante un triunfo de la fórmula González-Arauz en las próximas Presidenciales, “salgan a denunciar fraude y se tensione la cuestión”.