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Jue, May
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Se llevó adelante una jornada global para exigir que el régimen polaco libere al periodista español que está cautivo desde hace más de seiscientos días.

Ayer se llevó a cabo una jornada global para exigir que el régimen polaco libere al periodista Pablo González quien lleva más de seiscientos días encarcelado en la prisión que por sus características se ganó la triste fama de ser considerada como el Guantánamo europeo.

En este contexto, hubo actividades en diferentes ciudades del planeta, entre ellas en Madrid, donde tuvo lugar una movilización encabezada por la esposa del periodista Oihana Goiriena, hacia la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para entregar un escrito en el que se demanda que el Estado español exija a Polonia que deje de vulnerar los derechos de González y que se aplique la recomendación de la Unión Europea para que pueda cumplir en España la prisión provisional en espera de juicio “que debería celebrarse cuanto antes”.

El escrito fue dejado por mesa de entradas para que lo reciba el ministro en funciones José Manuel Albares, y es el octavo de características similares que se entrega al Gobierno español. Los siete anteriores no tuvieron ninguna respuesta.

Pablo González fue detenido cuando llevaba a cabo su tarea profesional cerca de la frontera polaco-ucraniana, en la localidad de Przemysl. Y pese a que no pudo aportar ni una sola prueba que avale sus argumentos ni haya hecho una acusación formal, el régimen que encabeza Andrzej Duda, lo mantiene encarcelado en una unidad especial que está ubicada cerca de la ciudad de Ramdom, donde es obligado a permanecer aislado en una celda que no recibe luz natural durante 23 horas al día y la hora restante sólo accede a un patio donde no se ve el sol. Desde que fue encarcelado, sólo se le permitió ver a su compañera, Oihana Goiriena, en dos ocasiones.

A este periodista se lo acusa, informalmente, de ser espía al servicio de Rusia. Sencillamente porque es español pero también tiene ciudadanía rusa, porque desciende de uno de los niños que la Unión Soviética rescató del fascismo en el ocaso de la guerra civil española.

Pese a esto el Gobierno que encabeza Pedro Sánchez, hace poco y nada para lograr que su socio en la Unión Europea y la Otan, Andrzej Duda, libere a Pablo González cuya salud se deteriora progresivamente como consecuencia de las pésimas condiciones a las que lo someten sus captores.