Una sentencia a represores que asesinaron a dirigentes del Partido Comunista de Chile, fue ratificada por la Corte Suprema de ese país.
Con las condenas de más de una decena de ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) por los delitos de secuestro y homicidios calificados, la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la causa en la que se investigan los secuestros de catorce dirigentes del Partido Comunista que fueron perpetrados entre abril y agosto de 1976.
De este modo la Corte Suprema hizo lugar al reclamo de las querellas y anuló la sentencia de segunda instancia de la Corte de Apelaciones de Santiago, que había absuelto a varios agentes y rebajado las penas a otros. Y así quedó firme la condena de los ex agentes de la Dina Pedro Espinoza, Carlos López y Jorge Andrades a la pena de quince años y un día de prisión, por ser autores de los delitos reiterados de secuestro calificado de Luis Emilio Recabarren, Manuel Recabarren, Nalvia Mena Alvarado, Manuel Segundo Recabarren, Clara Canteros, Alejandro Rodríguez, Daniel Palma, Carlos Godoy Lagarrigue, Iván Insunza, José Santander, Mario Juica, Víctor Mazuela, Carlos Vizcarra, Miguel Nazal, Juan Villarroel y Julio Vega.
Por su parte, en la Cámara de Diputados se constituyó la Comisión Especial Investigadora que tiene por objetivo recabar información y determinar responsabilidades respecto del abandono de 89 cajas con eventuales osamentas que serían de personas detenidas y desaparecidas, que fueron encontradas en dependencias de la Universidad de Chile y del Servicio Médico Legal.
Y, para presidir esta comisión, fue designada la diputada comunista y ex presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, quien hizo hincapié en que “nuestro objetivo central es que tengamos claridad respecto de esta nueva ofensiva de impunidad que por más de veinte años ocultó restos óseos que quizás pueden ser de alguno o alguna de nuestros familiares”.